Definitivamente
el término “Envidia” ya sea, tomado del diccionario o de la lengua popular, es
100% negativo, la envidia es un mal que nuestra sociedad le ha donado a las
féminas, como si los hombres fueran exentos de malos sentimientos. En fin, el
hecho es que nosotras las mujeres usamos la envidia, o por lo menos la palabra
de una manera muy común, aun cuando ni siquiera sabemos el real significado,
que es lo que nos provoca envidia, o si realmente somos capaces de sentir o
provocar envidia.
El
significado de envidia es el sentimiento de tristeza o enojo que expresa una
persona por el deseo de hacer o tener lo que otra persona, ósea la envidia no
es otra cosa más que nuestra incapacidad para sentir felicidad, por el triunfo,
los logros, la felicidad o las bendiciones que otras personas poseen.
Ahora que las
redes sociales están tan de moda, es mucho más fácil decir estupideces, entre
ellas una muy común que veo en los estados es “Hablan por envidia”. ¡Me muero
de risa! la gente no habla por envidia, probablemente habla porque estás dando
de qué hablar, por falta de valor moral para confrontarte, pero la envidia
normalmente nos deja callados, la envidia normalmente es un sentimiento que la
gente nunca acepta abiertamente, ya que al demostrar envidia nos pone por
debajo de los demás, por lo que cuando “el rio suena es porque lleva agua” y es
una babosada pensar que mientras la gente habla tú te haces famosa, te harás
“popular” del “populacho” pero no más.
Otro es
“Soy una gran mujer por eso causo envidia” ¡Mil disculpas pero no! A menos que
al decir gran mujer te refieras al tamaño, pero ni así. Al referirse a una gran
mujer, como una mujer que ha salido adelante con altos estándares morales, con
respeto por sí misma y la gente que la rodea, con respeto por una sociedad y
sus reglas civiles, y que si se ha equivocado se levanta y se queda CALLADA, esas
grandes mujeres no provocan envidias, provocan respeto, así que si te crees una
gran mujer y provocas malos sentimientos, es porque no lo eres tanto.
La más
triste “No me odies por ser bonita” ¡Hay no inventes! Aquí de veraz que se pasan,
una mujer bonita, que realmente es bonita, ya sabes bonito rostro, bonito
cuerpo, bonito espíritu, bonito carácter, no causa envidia, causa admiración,
un rostro hermoso y sobre todo con una sonrisa dulce, una chica que siempre te
habla lindo, que siempre tiene palabras positivas y de elogio, no causa malos
pensamientos, por el contrario ¡Todos queremos tener a alguien como ella a
nuestra lado! Así que si te crees bonita y la gente te voltea la cara algo
debes estar haciendo mal, tal vez creértela demasiado…
Y por último
“Nadie puede calzar mis zapatos” ¡Hay aquí si yo las mato! No sean payasas,
siempre hay seres humanos mucho ¡mucho mejores que nosotros! y aunque por
supuesto que las hay peores ¿Cuál es el punto de presumir de esa manera? Cuando
una mujer ha pasado por muchas dificultades y su experiencia en el dolor es
grande tiene la habilidad de ayudar a otros, se compadece de los demás y desea
siempre poder hacer algo para que los demás no pasemos por lo mismo, o por lo
menos nos ayuda a aligerar un poco la carga, una mujer que calza grande, a
diferencia del hombre no es cuestión física o fisiológica, es cuestión del
alma, así que si te crees “Patona” y la gente a tus espaldas se burla es porque
seguramente tus zapatos les aprietan.
Todos
tenemos la capacidad de sentir envidia, todos somos capaces de provocar
envidia. Los que sienten envidia normalmente son seres humanos con una visión
muy pobre de sí mismos, que no pueden ver sus propias bendiciones, sus propios
logros, los dones personales, la gente que los ama y sus capacidades físicas e
intelectuales. Los que provocan envidia son seres que jamás han tenido nada y
que un logro lo maximizan para opacar a otros, que no comparten una bendición,
que rigen su felicidad en dones materiales, se dan valor pisoteando al que no
tiene, y presumen de cualquier y más mínima cualidad. Pero también estamos los
neutros, los que siempre somos felices con la felicidad de otros, los que
siempre celebramos los logros de otros, los que siempre nos alejamos de los
envidiosos o los que disfrutan de provocar envidia… Y tu ¿En qué grupo te
encuentras?
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