domingo, 31 de julio de 2011

Políticamente… Drogas, drogadictos… Narcos?



Los días de muchos adolescentes, niños, hombres y mujeres, e incluso bebes no nacidos aun, están contados, padecen de una enfermedad llamada drogadicción. La enfermedad de la drogadicción no solo es provocada por sustancias como la cocaína o heroína, marihuana o metanfetaminas; ahora los padres tenemos que ser muy precavidos, no solo con los fármacos recetados por médicos para combatir el dolor, pero también a aerosoles, limpiadores caseros y hasta pegamentos. La drogadicción se ha salido de nuestras manos desde el momento en que la sociedad, ósea nosotros los padres, lo vemos como algo que está pasando, normal, así viven nuestros hijos ahora, ellos experimentan con todo, o simplemente y tan sencillo como que no lo queremos ver. Las estadísticas dicen que en cada hogar hay por lo menos 1 drogadicto, 1 o 2 experimentando con drogas, un padre que trabaja todo el día y una madre ciega… Si, ciega, no quiere ver, no quiere darse cuenta, y en el proceso de evadirse solapa la drogadicción de sus hijos y hasta del marido en muchos casos. Conozco hogares en los que incluso los hijos comparten el churro de marihuana con el o los padres.

Las drogas no llegan solas a las manos de nuestros hijos, llegan por medio de cobardes, parásitos de la sociedad, poco hombres (y mujeres también) que son enaltecidos por mediocres cantantes y que muchas madres ponen en las manos de Dios para que no sean descubiertos, llamados “narcos”. Los narcos están más cercas de lo que nosotros quisiéramos, en su gran mayoría todos, sí, ¡TODOS! Tenemos un conocido, amigo, familiar etc. Que se dedica al denigrante negocio de enviciar a nuestros hijos por medio de la persuasión para que estos consuman drogas. Estos cobardea amparados por las faldas de sus madres ciegas e irresponsables, lucran con la salud mental y social de nuestros hijos, estos parásitos que se reproducen bajo los millones de dólares que deja cantarle a la mierda, están lentamente matando a nuestros niños y violentamente matando a los que no se someten a sus caprichos.

Los narcos no nacieron así como así, fue la incapacidad de los gobiernos por nutrir un sector olvidado de nuestros países, que es el agrario, lo que inicio el problema. Nuestros agricultores sin recursos para sembrar sus tierras encontraron en los narcos la solución a sus problemas de hambre, si, ¡HAMBRE! Y los poco hombres sembraron en nuestras naciones una cultura del narcotráfico el cual las madres consientes de estos países, rechazamos, repudiamos, nos volcamos en contra, exponemos y exigimos sin miedo su denuncia. Así es demandamos la denuncia de aquellos que se encuentran cerca de nosotros y descaradamente, en nuestras narices, se pasean presumiendo de lujos y dinero mal habido. Y si, sin miedo exigimos esas denuncias, acerquémonos a los números 800s que nos ofrecen los departamentos de policía, acerquémonos a las autoridades, la sola sospecha de casas en donde se podría estar almacenando drogas, la sola sospecha de personas que gastan dinero en abundancia y NO TRABAJAN, o incluso por pruebas contundentes, abre investigaciones, si no estás seguro, nunca lo arrestaran no mas así, pero por lo menos abre una investigación.

En nuestras manos esta resolver este problema que denigra nuestra raza hispana y denigra a nuestros hijos. Madres pongan en manos de Dios a sus hijos pero para que regresen a un buen camino, no para que la justicia no llegue a ellos. Padres no compartan sus miserias con sus hijos ¿Qué acaso nunca han soñado en que sus hijos sean mejores que ustedes? No dejemos en manos de los gobiernos este problema tan grave, levantémonos por un mejor futuro para nuestros hijos, una mejor sociedad para nuestros nietos, sigamos soñando en que nuestros hijos serán  astronautas, licenciados, y por qué no ¡Presidentes! Recuperemos la dignidad y no importa si un narco es tu padre, tu hermano, tu sobrino, tu tío, tu amigo, tú vecino o un simple conocido, siempre será un criminal, cobarde, que no sabe luchar limpiamente y salir adelante como todos los demás lo hacemos, es un ser vil que esta asesinando lenta, muy lentamente a nuestros hijos, y que en nuestra cara nos restriega su triunfo paseándose en sus camionetas del año y derrochando dinero manchado con la memoria de muchos seres humanos muertos por las drogas… por la drogadicción.

miércoles, 27 de julio de 2011

Políticamente… La apatía



Nunca en mis 45 años de vida he visto tanta apatía como en mis últimos 11 años viviendo en USA. Tal vez las cosas han cambiado también entre mis amistades y familia en México, tal vez también mis connacionales en mi país ya experimentan apatía, mas sin embargo para apatía el hispano viviendo en USA.

Yo me encuentro en estos momento organizando eventos que benefician a la comunidad hispana en el pueblo donde vivo, una de mis armas para lograr distribuir estos beneficios son las redes sociales, para asombro mío, mis amigos Hispanos en estas redes “gustaran” paginas como “tu mama se pica la nariz”, “cuando tu maestr@ te reprueba y lo que le quisieras decir”, “Walmart”, General Motors”, “Votemos por que la mariguana se legalice” y muchas, muchas estupideces más; solo que para su información, Walmart no necesita de tu voto ni que gustes su página, es una cadena multinacional, multimillonaria que ha hecho quebrar a tus vecinos abarroteros; y General Motors no paga impuestos y nosotros si ¿tú crees que necesita gustes su página?

Lamentablemente cuando yo comparto una página en donde alguien, si no es que tu mismo, podría resultar beneficiado, 1 o 2 la compartirá, cuando nuestro equipo de voluntarios hace una página y pide la “gusten” se tienen que enviar como 20 a 30 recordatorios para obtener que, de casi 200 amigos, la “gusten” 10. Para no ir tan lejos ¡Ni siquiera los miembros de nuestro comité asisten a nuestros propios eventos! Es más en su gran mayoría los miembros de mi propia familia han ignorado mis peticiones, mis mensajes, mis eventos, eso sí, si comparto un video pendejo, me aparecen más de 30 comentarios.

Hace días, ¡En la iglesia! Donde se supone que se promueve la humildad, la caridad etc. Ustedes no saben el desprecio en la mirada de algunos asistentes cuando solicitamos apoyo a jóvenes que luchan para continuar sus estudios, es como si estuviéramos solicitando apoyo para irnos de parranda, o si estos jóvenes, de los cuales ellos no saben nada y a quienes no se les puede juzgar (¿Y menos en la iglesia no?) no merecieran ni un vaso de agua, ¿dónde está la misericordia? Ah sí ¡La apatía se la ha tragado!

Esto no es lo menos grave, lo triste es contar con cientos de organizaciones que apoyan a los hispanos y nos defienden del racismo y la agresión de la que en los últimos 3 años estamos siendo objeto, y que los mismos afectados no sepan de ellos, ni se les ocurre donar, y mucho menos colaborar con estas. Algunas ocasiones pienso que podría ser el miedo a estar en estas organizaciones y como resultado tener que aceptar su condición legal, pero ¡Por el amor de Dios! (¿?) la tendrás que aceptar una vez que estos imbéciles, ¡mediocres agresores de los más elementales derechos humanos logren deportarte!!

La apatía en nuestra comunidad es tan grande que he escuchado que trabajadores le dan la bienvenida a un nuevo trabajador haciéndolo trabajar el doble que ¡“para que se le quite”! (¿?). Otros para probar que son mejores trabajan como burros, que, por que no es su país podemos tirar basura, destruir las casas que rentamos o apartamentos, y si ya conseguimos papeles legales pues “que sufran los que no, así como yo tuve que sufrir”

Uno cuando habla mal de una comunidad nunca debe generalizar, porque es muy seguro que hay gente que se involucra, gente que apoya y se compadece, pero en este pueblo, y en cuanto a la comunidad hispana que me prueben que estoy equivocada, que me brinque el que se levanta y pone su grano de arena todos los días para que este país sea mejor, que me desmienta el que cuida del país que por años le ha dado de comer y en donde han nacido sus hijos por lo menos votando, que me marque por teléfono el que en lugar de quejarse sale y se une al que protesta, que me la miente el que dona horas de trabajo comunitario en lugar de ver la novela.

Eso somos nosotros, le duela a quien le duela, gente apática, gente que solo ve por sí misma, gente que sale trabaja y se arrana a ver novelas, gente que habla del prójimo hasta ser capaces de destruir matrimonios, gente que desprecia al que pide apoyo, gente sin ningún remordimiento a burlarse y destruir… Y al que no le guste ¡que me pruebe lo contrario!