miércoles, 15 de agosto de 2012

Regreso a Mexico


POLITICAMENTE… DE REGRESO A MEXICO

Debido a circunstancias muy personales, me veo en la necesidad de regresar a México, Lo veníamos platicando desde hacía como 3 años, y las excusas que la gran mayoría de nosotros los hispanos en USA nos ponemos, se nos atravesaban, que si les quitábamos la oportunidad a nuestros hijos de una mejor vida y oportunidades de estudio, que si dejábamos a los hijos que ya no nos siguen porque están casados, que si dejábamos a los nietos que nos tienen comprados con su amor y travesuras, que si las cosas están muy difíciles en México, que si a lo mejor no encontramos trabajo, que si a lo mejor ya no nos acostumbramos de nuevo al estilo de vida Mexicano, que si la corrupción, que si la violencia y el narcotráfico, que si la crisis económica, esa nos caló en USA imagínense en México!! ¡Y mil cosas más!

Hace un año y medio murió en México, Valeria, a los escasos 17 años, de meningitis, es sobrina de mi esposo y mía por default, fue como un balde de agua fría, fue cuando nos cayó el veinte que estando lejos la frustración de no poder hacer nada por el hermano que sufre es horrible, mi esposo empezó a desesperar, pensaba y soñaba con sus papás todo el tiempo. Aun así lo pospusimos, pero un día, finalmente, un hecho tan sencillo y menos dramático nos golpeó, mi hijo ha hecho de su vida lo que le da la gana, ya no es mío, mis nietos son menos míos todavía, nos subieron la renta, el cable y gaste de una quincena a otra $40 más que la pasada en solo comida; mi esposo me pregunto, donde está el progreso de vivir en este país de las oportunidades? Y el solo se contestó – Nos vamos en Julio a México- Y volteamos todas las excusas a nuestro favor, a Hilda le estamos ofreciendo la oportunidad de estudiar en un país donde sí se estudia, aprender un nuevo lenguaje, vivir una vida diferente, a mi hijo hay que soltarlo, las cosas están difíciles en todos lados, la violencia y el narcotráfico es horrible en USA, solo que esta disfrazada y la crisis económica, ¡por Dios! ¿En México quien se muere de hambre? El dicho dice que solo el que no quiere trabajar. Por supuesto que me duele dejar todo atrás, especialmente mi hijo, mis nietos y mi madre, todos los días los recuerdo, los sueño, los añoro, pero aun así, me fui. Todavía no me explico bien porque, yo me quiero convencer que por apoyar a mi esposo a recuperar los años perdidos junto a sus padres enfermos, pero sé que en el fondo hay algo más personal, de hecho hasta me he culpado de egoísta, de solo pensar en mí, pero creo que la razón es que en mi país yo he sido muy feliz, siempre me ha dado lo que he necesitado, nunca pase hambre, me falto trabajo o la violencia, corrupción y narcotráfico me golpeo… Definitivamente creo que regrese por la nostalgia de esa felicidad que yo siempre encontré en mi México.

No sé todavía cómo me va a ir, tuve que sacar credencial para votar, licencia de manejo y CURP para poder solicitar trabajo, tomarme fotografías tamaño infantil y tener un comprobante de domicilio. Para poder dar de alta nuestras nuevas placas de nuestro greengo auto tardamos 2 días en puro “Ve pa’ ya y ahora paga acá y después que te firmen aquí y luego vuelves conmigo”.  La casa que rente, en un buen fraccionamiento, tenía cucarachas, moscas y mosquitos, y los vecinos me miran como bicho raro porque fumigue. Duramos una semana deshidratados y todavía de vez en cuando nos dan torzones. En pocas palabras el cambio ha sido grande, difícil y todavía no veo la felicidad por la que regrese. Para colmo de males ya empiezo a extrañar a los nietos, al hijo y mi madre.

Esto no quiere decir que me arrepiento, no, todavía no, ni quiere decir que cometí un error, no, todos los cambios son buenos, ni quiere decir que tal vez esa felicidad que yo deje en México ya no existe, creo que es un proceso y lo estoy viviendo más lento de lo que esperaba, además cuando deje México llevaba mi motorcito, mi hijo, y aun cuando regreso con Hilda, que ha sido siempre un motorcito también, como que dejar mi hijo es inesperado e inaceptable, que me deje el a mi es lo correcto, ¿pero yo a el? ¡Me carga la chingada de culpa!

Aun así tenía que volver, estaba tan cansada de los ataques a mi gente, de la retórica del político mierda que no tiene conciencia social, como dice Joaquín sabina “Es un pobre que solo tenía dinero”, del hispano de pacotilla que no apoya a su raza, de la sociedad y beneficios sociales obsoletos, de la falta de democracia en el país más democrático del mundo, de la pesadilla americana, de los ataques a mi México. Y ahora aquí estoy, invéntenme violencia, corrupción y guerra ¡Y los desmentiré con mi experiencia! Gracias a Dios durante todo el recorrido desde Tijuana B.C., ciudad famosa y criticada por su violencia, no vivimos, en 5 días, ningún incidente que nos pusiera en peligro más que el del maldito e irresponsable “calafiero” y taxistas. En nuestro paso por San Luis Rio Colorado, Sonoyta, Santana, Hermosillo, Obregón y Mochis pasamos retenes de policía federal, procuraduría, policía judicial, inmigración, y sanidad, en donde fuimos tratados con respeto, y ni siquiera nos pidieron abrir equipaje, maletas o probar con documentos propiedad de vehículo o electrónicos. Llegamos a Culiacán, Sin. Mi ciudad, mi retoño y ahí la vida sigue, jodido el que anda en malos pasos y el que no vive al día. Seguimos nuestro camino a Dimas, pueblo donde nació mi esposo, los moscos nos tragaron vivas, a mi esposo ni lo pelaron, la explicación de una vecina de mi suegra fue –los moscos de Dimas no quieren a la gente de fuera- ¡plop! Y empezó el calvario de la deshidratada, corridillas al baño a media noche, vomito de pura agua, y un desguanzamiento que casi no nos levantamos por 2 días ¿mi esposo? ¡Como si nunca se hubiese ido!

Hoy me encuentro instalada en Mazatlán, Sin. Ya tengo una casita, los torzones continúan, el olor del líquido para fumigar me choca, pero por lo menos estoy armada con todo para empezar mi búsqueda de empleo. Sé que no será lo mismo, que la felicidad por la que regrese no está ya, que estoy en un país diferente y en circunstancias diferentes, que me hace falta mi hijo, mis nietos, mis hermanos, mi madre, los amigos, los vecinos y hasta los pendejos políticos… Pero aun así tenía que volver.

viernes, 9 de marzo de 2012

¡¿Solo a Dios se le rinden cuentas?!


Cada vez que se hace un señalamiento sobre la conducta o mas bien mala conducta de alguna mujer, otras en su apoyo (hipócritas por cierto, pero este es tema para otro articulo) salen con el dichito mediocre “SOLO A DIOS LE RINDO CUENTAS”. No estoy segura si debo culpar a alguna religión sobre este dicho ridículo, pero espero que después de que lean mi opinión, aprendamos un poco sobre los dichos que aplican y los que no, les aseguro que este dicho ¡no aplica!

Cuando decidimos ser parte de una sociedad, como lo son un país, ciudad, pueblo, grupo religioso, escuela, grupo de amigos, etc. Estamos comprometidos con reglas, principios, leyes, normas y demás que rigen a dicha sociedad, dichos principios nos previenen de comportamientos que ofenden o salen del contexto para el buen funcionamiento de dicha sociedad, ósea, estos principios, leyes, normas etc. nos permiten ser parte o no de dicha sociedad. Si mas no recuerdo aprendimos sobre esto en las clases de civismo.

Si por alguna razón, ya sea orgullo, falta de moral, falta de compromiso, falta de principios, falta de amor y respeto por el prójimo o los que nos aman, falta de educación, falta de civismo; nos vemos en la necesidad de faltar a dichas normas o leyes o lo que sea que rige a dicha sociedad… tenemos 2 caminos, 1.- Irnos de ermitaños y dejar que esa sociedad salga adelante sin mi o 2.- Pedir perdón y tratar de corregir el camino, pero no salir con la babosada de que “SOLO A DIOS LE RINDO CUENTAS”.

Esa es una de las principales excusas que usan narcotraficantes, traficantes de mujeres y niñas, secuestradoras, drogadictas, madres que abandonan a sus hijos, adulteras, rateras, mujeres que no les importa meterse con el marido de otra, mujeres que se equivocan una y otra vez sin importarles a quien se lleven entre las patas, promiscuas y toda esa plaga que crece día a día en nuestras sociedades, “SOLO A DIOS LE RINDO CUENTAS” ¿te parece justo que sea solo a Dios, te parece real que a Dios que todo lo sabe, hasta tus mas viles sentimientos, le rindas cuentas?

Dentro de la gran fe que tengo en Dios, dentro del respeto a su divina creación, las mujeres, nosotros no tenemos que rendirle cuentas a Dios. Por si ustedes no lo saben para El somos un libro abierto, Él sabe de nuestras malas y buenas intenciones detrás de todas nuestras acciones, sabe de nuestra codicia por el dinero y de nuestra perdida de valores, Él sabe de tu fuerza y valor así como de tus mas bajas debilidades… ¡NO! A Dios es al único al que NUNCA tenemos que rendirle cuentas, para cuando lleguemos ante El, por seguro la moneda esta echada, y desde mucho antes sabe que hicimos bien y que hicimos mal.

A aquella que no le guste ser señalada, criticada, ofendida, por una sociedad, que piensa que puede ser quien le de la gana y lo que le de la gana, lamento informarle que esta equivocada, es mentira que la gente siempre habla, aquí si aplica el dicho de “SI EL RIO SUENA ES POR QUE LLEVA AGUA”, ¿Qué estas haciendo mal para no pertenecer?, y te digo de nuevo, tu derecho a ser y hacer lo que te da la gana termina frente a nuestro derecho de tener sociedades sanas, y además, siempre que causas daño con tus acciones llámese, promiscuidad, adulterio, trafico o simplemente pretender apoyar las faltas de otra mujer con excusas tan IRRESPONSABLES como “SOLO A DIOS LE RINDO CUENTAS” estas contribuyendo a la decadencia de nuestra sociedad, a los principios básicos de ser MUJER, a la disolución de la institución mas sagrada, que es la familia.

Para concluir, quiero que sepas que para pertenecer a nuestra sociedad, debes en vida pedir perdón por tus faltas, entre ellos a tus hijos, en vida pagaras por tus malas acciones y lamentablemente con lo que mas te duele, tu libertad, el hospital, muerte, o con el dolor de tus hijos, lo que desees a otros se te regresara a la potencia de 3, tus virtudes y luchas serán premiadas en vida, aquí, en esta sociedad, y tu legado será transmitido por lo mas preciado, que son tus hijos, habrás dejado mala o buena huella pero aquí en vida, porque cuando te vayas y presentes ante Dios, El no perderá el tiempo con preguntas… Él lo sabe todo, incluidas todas tus miserias. Y esto no lo digo, ni lo estipulo yo, ni es una regla inventada por mí, si lees desde la Biblia hasta el Corán veras que son principios fundamentales, y si crees en la madre tierra pues veras que es la ley de la vida.

Como siempre se ha dicho, la vida es muy simple y extremadamente bella, lamentablemente somos los seres humanos los complicados y perversos, la vida tiene sus propias reglas naturales, Dios en su infinita sabiduría las puso ahí, pero también te dio el libre albedrío… Ahí tú sabes en lo que te embarras ¡Yo ahí te dejo el consejo!

viernes, 16 de diciembre de 2011

Políticamente… Parir a los 15



Últimamente es muy común escuchar el “A todos nos pasa”, en lo personal la categoría me incomoda, porque no es verdad, lo único que a todos nos pasa es la muerte, de ahí en adelante no a todos nos pasa, ese conformismo ignorante nos lleva a aceptar las más tristes realidades, entre las que se encuentra el que todos pueden caer en prisión, no, solo los criminales caen en prisión, una población muy pequeña en las cárceles es inocente; otro es el que a cualquiera se embaraza a temprana edad, no, solo niñas y adolescentes que no han tenido la oportunidad de tener mejores opciones que el embarazo o las violadas, tienen hijos a tan temprana edad. Nos hemos conformado con que a nuestras adolecentes “les pasa” que en estos días “salen” embarazadas, creo que es el dolor a aceptar la terrible tragedia de que nuestras hijas han truncado sus vidas, que niñas cuidaran niños, que esos niños crecen sin una familia establecida, sin padre, entre la confusión de si los abuelos son los padres porque los criaron, esto es realmente ¡Una tragedia!

Parir a los 15, en tiempos arcaicos era vergonzoso por la supuesta deshonra familiar y el concepto religioso del matrimonio, en la actualidad debe y es igualmente vergonzoso, pero por un concepto diferente. Primeramente, porque no tenemos derecho de traer hijos al mundo sin padre, ese es un derecho esencial de cualquier ser humano, una necesidad del ser, una intriga de origen, y debemos como seres de bien respetar ese derecho de nuestros hijos. En segundo, estamos destrozando el cimiento de nuestra sociedad que es la familia, misma que se compone de padre, madre, hermanos, la cual visita a los abuelos y tíos y demás, no de abuelos que crían a los hijos de sus hijos. En tercera y peor vergüenza de todas, el maldito conformismo, nosotras las madres de hoy estamos perdidas entre la absurda creencia de querer ser la “mejor amiga”, la madre “moderna y actualizada”, y la estúpida creencia que la moralidad y el respeto se miden de acuerdo a al siglo 21, que en la actualidad y “estos tiempos” se “usa” el libertinaje como excusa de modernidad, que se “usa” que no tienes que estar casada para iniciar una familia, que se “usa” que nuestra jóvenes tengan sexo, que se “usa” que nuestras hijas tengas hijos y luego se casen.

Es verdad que la libertad de elección que hoy tenemos la mujeres nos da pie a que el concepto social de la familia cambie, puedo aceptar por ejemplo que no deseen casarse, bien, entonces deberán tener hijos cuando tengan la suficiente liquidez para sacarlo adelante, la edad y madurez mental y física, cuando han terminado sus carreras, e incluso cuando están de verdad completamente seguras que no desean casarse. Puedo entender que desean libertad de sexo, bien, pues entonces háganlo responsablemente, con protección, sin consecuencias en donde un tercero, y que de pasada ni tuvo oportunidad de elegir, sea el afectado, tu hijo.

Aquí la culpa, y ahora si es culpa, no responsabilidad, es de nosotras las madres, está muy de moda que nuestra generación de madres que parieron a los 15 les digan y lo griten a los 4 vientos que están súper orgullosas de haber parido siendo unas niñas o adolecentes, que son unas mujeronas por tal azaña, que son muy fuertes por haberlo logrado. El único orgullo que cabría aquí es si fuiste capaz de sacar ese embarazo y parto sola, donde en la mayoría de los casos es el gobierno y el contribuyente el que paga el parto, por tu haber ingresado a los servicios sociales como madre soltera. Si lograste que el padre respondiera económica y moralmente, cuando lo más seguro es que estés casada o “noviando” con otro, o separada/divorciada del padre. Orgullosa si sacaste una carrera adelante estudiando y trabajando duro, cuando los porcentajes de madres jóvenes que ya no volverán a la escuela y viven del apoyo económico de sus padres y de los beneficios sociales, es cada vez más grande. Orgullosa si a tu hijo/hija le has dicho que aun cuando lo/la adoras si tuvieses oportunidad de regresar el tiempo, ¡jamás! parirías a los 15 otra vez, que fue el mayor error, porque arruinaste una buena parte de tu vida, porque rompiste con la regla social de nuestra sociedad, porque has hecho a tu hijo parte de la estadística de seres humanos que pertenecen a familias disfuncionales, porque a causa de esa mala decisión tu hijo esta, posiblemente, lejos de su padre, porque tiene a sus hermanastros en lugar de hermanos, porque tiene que compartir su vida en dos hogares, y muchas tragedias más.

Lamento informarte que, si eres de esas que solapa, se conforma y se niega a hablar sobre la verdad de parir a los 15, si eres de las que pretende creer que ahora “así se usa”, eres culpable de una sociedad con cimientos débiles, culpable de criar mujeres sin sueños de vivir una mejor vida, culpable de hijos no deseados, culpable de criar mujeres sin dignidad y moral… ¡CULPABLE!

Recuerda que un hombre llega hasta donde una mujer quiere, una mujer fuerte no es la que saca adelante a 4 hijos de diferentes padres sino la que saca adelante 1 hijo de un matrimonio, una mujer moderna no es la que tiene sexo sino la que hace el amor, la que hace una carrera profesional, la que sabe decir NO, una mujer hermosa no es la que es perseguida por muchos hombres sino la que es respetada por muchos hombres, mujeres y toda una sociedad. La dignidad debe ser la primer enseñanza que una madre debe transmitir a una hija y el respeto por si misma incluye… ¡no parir a los 15!

jueves, 24 de noviembre de 2011

Agradecido…




Tengo como media hora mirando a la página de Word, completamente en blanco, no solo la página sino mi mente también, quiero escribir sobre ser agradecido ahora que se acerca la celebración del día de acción de gracias y no tengo nada que decir. Me entro un miedo y una culpa ¡Que para que les cuento! ¿Sera que no soy agradecida y no tengo ninguna experiencia de la cual me valga para escribir? Y de repente me salvo la vida mi hijo, ¡Siempre he dado gracias a Dios por su presencia, por sus experiencias, por su amor! Y así voy a empezar.

Yo soy madre de milagro, el primer milagro se me cumplió cuando me quitaron quistes de mis ovarios y pude embarazarme, mi hijo nació prematuro de 6 meses y medio de embarazo y fue cuando se me dio el segundo milagro. Pese a las pocas posibilidades de vida y sin que le funcionara el hígado, el estómago y los pulmones, mi hijo anda por ahí vivito y coleando. Fue cuando empecé a sentir esa necesidad de mirar al cielo, esa conciencia de un ser superior, y cuando por fin salió de la incubadora ¡Fui la mujer más agradecida del mundo! La vida no fue fácil para nosotros, mas sin embargo el ser madre fue un despertar a la verdadera responsabilidad de tener una vida de lucha, ya no estaba sola, ya no luchaba solo por mí.

A partir de mi maternidad fue cuando deje de sentir que todo lo que pasaba o lograba era simplemente merecido, me di cuenta que todo era parte de una lucha que en realidad todos peleamos, muchos pasaban por lo mismo que yo, las mismas desgracias pero diferentes resultados, en muchos casos, muchas mujeres que así como yo trataban de ser madres no lo habían logrado, muchas que buscaban sacar a sus hijos adelante fracasaban, muchas que aplicaron por el mismo trabajo no lo obtuvieron, muchas que deseaban superarse se quedaron en el camino, y a mí, como gracia divina, se me dio. Por supuesto que no fue fácil, ni tampoco de gratis y mucho menos de la noche a la mañana o sin ningún esfuerzo, pero al fin, cuando muchas buscaban lo mismo y dieron lo mismo que yo o tal vez más, no estaban en mi misma situación ni con las mismas satisfacciones.

Desde entonces he agradecido a esa fuerza superior,  que muchos llamamos Dios, por mis bendiciones, por mis logros y hasta por mi llanto. También he aprendido a poner en sus manos mi futuro y decidí vivir mi presente, aprendí a quejarme y luego arrepentirme y buscar pronto a mí alrededor algo que me motivara a continuar. Mi vida no es trágica, pero sí muy difícil, y al mismo tiempo muy divertida y aun cuando olvido a Dios muchas veces y otras le reclame, a partir de mi embarazo me he sentido bendecida.

Si vemos la vida de los demás nos daremos cuenta que todos vivimos semejanzas, no hay nadie ni mejor ni más jodido, y no estoy hablando de cosas materiales, estoy hablando de lo espiritual, de la experiencia de vida, incluso aquel que no cree en que una fuerza superior esta con él, vive en su entorno y a su modo lo mismo que nosotros, alegrías y sin sabores, incluso aquel que carece de movilidad, de salud, de fe… vive una vida como la de nosotros. El único sentimiento que nos hace diferentes es el agradecimiento, ¿Qué tan agradecidos somos con la vida? Y no hablo del agradecimiento anual, ese que celebramos y que discutimos sobre su historia en el día de acción de gracias, hablo del agradecimiento diario, de ese que nos hace levantar la mirada al cielo, suspirar, sonreír  y finalmente dar gracias, a quien sea y en quien tu creas.

Ser agradecido no es un don, es una costumbre, una práctica que aprendemos, una enseñanza de la vida, una cultura, una educación. No podemos esperar que nuestros hijos sean agradecidos sin enseñárselo, ser agradecido se aprende, se tiene que vivir a diario, y lo más triste es que no hay un libro que nos diga como transmitirlo, ya ven yo, abrí mis ojos al agradecimiento hasta que fui madre y empecé a sentirme bendecida hasta que vi mis logros, así que está en nosotros transmitir el agradecimiento a nuestros hijos, y la mejor manera es cuando nos ven suspirar, sonreír y decir “Gracias Dios mío por un hermoso día mas… lleno de tropiezos”.

Yo la verdad no creo en la religiones, pero creo mucho en un ser supremo y me gusta llamarlo DIOS, creo fervientemente en que el me quita las piedras del camino cuando estoy lista y me pone piedras para bajarme de mi nube, creo fervientemente en que DIOS me pone gente para aprender y para enseñarle y luego algunas tendrán que irse de mi lado, incluso aquellas que adoro y me duele dejar ir, creo en que DIOS me guía al triunfo y me pone en el fracaso, pero también creo en el “Libre albedrío” yo siempre decido y soy cien por ciento responsable de todo lo que me pasa, y por eso también estoy agradecida aun cuando la responsabilidad como ser humano crece y me agobia, porque gracias a mi nivel de responsabilidad mis culpas disminuyen y mi carga se aligera. Como dice la canción: GRACIAS A LA VIDA… QUE ME HA DADO TANTO”

viernes, 11 de noviembre de 2011

ENVIDIA


Definitivamente el término “Envidia” ya sea, tomado del diccionario o de la lengua popular, es 100% negativo, la envidia es un mal que nuestra sociedad le ha donado a las féminas, como si los hombres fueran exentos de malos sentimientos. En fin, el hecho es que nosotras las mujeres usamos la envidia, o por lo menos la palabra de una manera muy común, aun cuando ni siquiera sabemos el real significado, que es lo que nos provoca envidia, o si realmente somos capaces de sentir o provocar envidia.

El significado de envidia es el sentimiento de tristeza o enojo que expresa una persona por el deseo de hacer o tener lo que otra persona, ósea la envidia no es otra cosa más que nuestra incapacidad para sentir felicidad, por el triunfo, los logros, la felicidad o las bendiciones que otras personas poseen. 

Ahora que las redes sociales están tan de moda, es mucho más fácil decir estupideces, entre ellas una muy común que veo en los estados es “Hablan por envidia”. ¡Me muero de risa! la gente no habla por envidia, probablemente habla porque estás dando de qué hablar, por falta de valor moral para confrontarte, pero la envidia normalmente nos deja callados, la envidia normalmente es un sentimiento que la gente nunca acepta abiertamente, ya que al demostrar envidia nos pone por debajo de los demás, por lo que cuando “el rio suena es porque lleva agua” y es una babosada pensar que mientras la gente habla tú te haces famosa, te harás “popular” del “populacho” pero no más.

Otro es “Soy una gran mujer por eso causo envidia” ¡Mil disculpas pero no! A menos que al decir gran mujer te refieras al tamaño, pero ni así. Al referirse a una gran mujer, como una mujer que ha salido adelante con altos estándares morales, con respeto por sí misma y la gente que la rodea, con respeto por una sociedad y sus reglas civiles, y que si se ha equivocado se levanta y se queda CALLADA, esas grandes mujeres no provocan envidias, provocan respeto, así que si te crees una gran mujer y provocas malos sentimientos, es porque no lo eres tanto.

La más triste “No me odies por ser bonita” ¡Hay no inventes! Aquí de veraz que se pasan, una mujer bonita, que realmente es bonita, ya sabes bonito rostro, bonito cuerpo, bonito espíritu, bonito carácter, no causa envidia, causa admiración, un rostro hermoso y sobre todo con una sonrisa dulce, una chica que siempre te habla lindo, que siempre tiene palabras positivas y de elogio, no causa malos pensamientos, por el contrario ¡Todos queremos tener a alguien como ella a nuestra lado! Así que si te crees bonita y la gente te voltea la cara algo debes estar haciendo mal, tal vez creértela demasiado…

Y por último “Nadie puede calzar mis zapatos” ¡Hay aquí si yo las mato! No sean payasas, siempre hay seres humanos mucho ¡mucho mejores que nosotros! y aunque por supuesto que las hay peores ¿Cuál es el punto de presumir de esa manera? Cuando una mujer ha pasado por muchas dificultades y su experiencia en el dolor es grande tiene la habilidad de ayudar a otros, se compadece de los demás y desea siempre poder hacer algo para que los demás no pasemos por lo mismo, o por lo menos nos ayuda a aligerar un poco la carga, una mujer que calza grande, a diferencia del hombre no es cuestión física o fisiológica, es cuestión del alma, así que si te crees “Patona” y la gente a tus espaldas se burla es porque seguramente tus zapatos les aprietan.

Todos tenemos la capacidad de sentir envidia, todos somos capaces de provocar envidia. Los que sienten envidia normalmente son seres humanos con una visión muy pobre de sí mismos, que no pueden ver sus propias bendiciones, sus propios logros, los dones personales, la gente que los ama y sus capacidades físicas e intelectuales. Los que provocan envidia son seres que jamás han tenido nada y que un logro lo maximizan para opacar a otros, que no comparten una bendición, que rigen su felicidad en dones materiales, se dan valor pisoteando al que no tiene, y presumen de cualquier y más mínima cualidad. Pero también estamos los neutros, los que siempre somos felices con la felicidad de otros, los que siempre celebramos los logros de otros, los que siempre nos alejamos de los envidiosos o los que disfrutan de provocar envidia… Y tu ¿En qué grupo te encuentras?

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mis Muertos


Políticamente… Mis muertos

Este 2 de noviembre se celebra, festeja, conmemora o ya ni se, el día de muertos, me queda claro que es un día que por tradición se recuerda a los seres queridos que se nos han adelantado, pero también recuerdo las flamantes borracheras en los panteones o cementerios en este día en México. En fin para mí solo es un día de recordación, un día mas, porque durante al año hay muchos, en los que pienso en mis muertos. Ahora que pasó de las 4 décadas mis muertos han aumentado y confió en que la cantidad seguirá creciendo si es que no me voy yo primero. Lo que es un hecho es que unos me duelen más que otros, a unos extraño  más que a otros, y a unos ni siquiera los he perdonado por haberme dejado atrás y de esos es de los que quiero hablar, así, mi lista de muertos se reduce a 3.

La primera fue mi mejor amiga de la preparatoria, quien después de matar a su novio se dio un balazo con 3 meses de embarazo, a ella no he podido perdonarle la cobardía y de pilón haberme llamado para despedirse antes de suicidarse, tengo que reconocer que ya no me persiguen sus canciones favoritas alrededor de la fecha de su muerte, ni tampoco salen de la nada comentarios sobre ella justo a días del aniversario de su muerte, por lo que quiero pensar que ella ya me perdono a mí el que yo, no la haya perdonado a ella, su ausencia me dejo un “Y si no se hubiese muerto: ¿dónde estaríamos ahorita, como sería su bebe, se hubiese casado solo por el civil  (la iglesia era un farsa para ella)como soñaba? o tal vez sería de esas hermosas amistades de adolescencia en donde mantienes el cariño vivo por medio del recuerdo” –no se y nunca lo sabré.

Mi segundo muerto fue mi padre, él siempre me dolió incluso antes de muerto, fue mi primer amor, mi primer amigo, mi primer confidente. Verlo enfermo fue una tortura, pero siempre confié en que era un luchador ¡Ese hombre que tanto me amaba no podía dejar de luchar! y no fue así, hoy por hoy no quiero pensar que se dio por vencido, hoy pienso que llego primero el coagulo en su cerebro que todos los medicamentos que tomaba, pero al principio y a mis 15 años cuando murió, el sentimiento de abandono fue tan grande que mi vida nunca fue la misma y al igual que Paty me dejo con muchos “Y si”. De seguro se volvía a morir si supiera que vivo en el país que él se crio y en el que nunca quiso vivir y al que nunca confió la educación de sus hijos, creo que él me abrazaría muy fuerte cada vez que yo le contara lo mal que he educado a mis hijos, creo que nunca le hubiese gustado mi primer marido y al segundo lo tuviera muy bien vigilado, estoy segura que disfrutaría mucho de mis nietos y Juanito fuera un mejor hombre, y de Hilda no sé, creo que el jamás me hubiese hecho sentir estúpida por criar a la hija de otra.

Mi tercer muerto y el más reciente es mi tío Mano, el me salvo la vida varias veces y a pesar de eso no le perdono se haya muerto en mi ausencia, que no me haya permitido estar con el de perdida para darle las gracias y después de su muerte perdí el sueño de regresar a México. La primera vez que salvo mi vida fue cuando me divorcie, sin él y mi suegro (ex suegro, en fin a quien le importa, odió los “ex”s) el haberme deshecho de mi marido hubiese sido un infierno “financiero”, me acogió en su casa y ya no me salí hasta que decidi probar otros aires en otras ciudades de México. La segunda vez que salvo mi vida fue cuando me dijo un día en la madrugada, como a eso de las 6 am, cuando regresaba de mis acostumbradas parrandas –Hija ¿No crees que estas tomando mucho y muy seguido?- Viniendo de él, un alcohólico, fue un shock muy grande, lo mire, me miro, me palmeo la espalda, agacho la cabeza y se fue a esculcar en la cocina entre los escondijos de la Chavelita, tratando de encontrar algo dulce (era diabético) yo me metí a la recamara, vi a mi hijo dormido, lo abrace, me metí a bañar y no volví a emborracharme más, desde entonces disfruto del alcohol como cualquier monja disfruta del rompope. La tercera me dijo –Vale la pena intentarlo, si no funciona, no fue por falta de buena intención- y no puedo dar más detalles, lo cierto es que mi tío fue el padre que estoy segura mi propio padre aprobaría.

Los demás muertos tienen una importancia muy grande en mi vida, sobre todo aquellos que extraño, ya que son los que tenía uno más cerca, los que me duelen es por que murieron prematuramente, ellos son diferentes, el sentimiento lleva más resignación, y pasan los días más ligeros, pero los que uno no perdona la carga es más pesada. Confió en que un día el recuerdo de estos 3 maravillosos seres en mi vida sea más llevadero, mientras los cargo en mis pensamientos y busco entre lo aprendido por la vida dejarlos ir, con todo y el sentimiento de abandono.

martes, 1 de noviembre de 2011

Hombres parte 2


Políticamente… Hombres 2da parte

Durante el tiempo que llevo escribiendo en mi columna, nunca ¡nunca! Me ha enviado ninguna “indignada” un correo quejándose de las miserias que escribo, por el contrario siempre ¡siempre! Los “indignados” son los hombres. Estuve analizando la situación y me pregunte ¿Por qué los hombres se indignan cuando una mujer habla sobre las miserias de nosotras mismas? Encontré varias razones pervertidas, como que les recuerdo a su mamá, a sus hermanas tal vez, o porque están rodeados de tanta basura que les parece ofensivo que hable de mujeres que para ellos son “comunes” y sobre todo “grandes mujeres” en su vida. La realidad es otra, los hombres se “indignan” porque nosotras las mujeres hemos permitido que nos victimicen, si, nosotras de nuevo somos responsables.

Las mujeres siempre hemos tenido grandes logros desde la época medieval con Sor Juana Inés de la Cruz, La época de Jesucristo con Magdalena, la época de la revolución francesa con la poetisa… perdón olvide su nombre, en fin, esa poetisa que dijo que el sufrimiento de la mujer es causada por ella misma. Las mujeres tenemos siglos, si ¡siglos! De logros y triunfos, por siglos fuimos capaces de mantener a nuestras familias unidas, a una sociedad compasiva del prójimo, comprometida con nuestras culturas y creencias hasta que llego la “liberación femenina”, esto lo explicare en otro artículo.

Definitivamente siempre hemos tenido mucho poder sobre la sociedad, quien definitivamente nos quitó ese poder fue el hombre, su cerebro no alcanza a asimilar que un ser sin músculos aguante tanto dolor, que un ser vulnerable sea capaz de tumbar a Goliat por un hijo, que un ser tan bello pueda dirigir las vidas de una familia y una comunidad entera; así que, por la famosa lucha de poderes que los seres humanos hemos experimentado por siglos, el hombre sometió a la mujer y le dijo que era débil, que no tenía derechos, que debía mantenerse atrás de él, que no “podía”, que no “debía”, y nosotras de taradas como siempre les creímos.

Cuando llego la liberación femenina los hombres, siempre al pendiente del poder, nos dijeron “Ahora si pobres mujeres sometidas por tantos siglos, nosotros los hombres les damos derecho al voto, a escoger con quien se casan, si se casan y si quieren hijos, les damos el derecho a trabajar” –Muy conveniente para ellos por cierto- “Les damos el derecho a estudiar, nosotros los hombres las hemos sacado de su hoyo ¡pobres mujeres! Les damos el valor que todo ser humano merece ¡nosotros los hombres las hemos salvado!” y nosotras nuevamente de taradas les creímos.

Y empezaron a victimizarnos, a apapacharnos, nos han hecho creer que somos valoradas como seres reprimidos que “hasta ahora” –por supuesto que no- pensamos y actuamos con valentía y coraje para salir adelante, cuando no es verdad, nosotras siempre hemos sido grandes aportadoras para nuestra sociedad y fuimos nosotras quienes luchamos por la igualdad -cosa que también se ha malentendido y que explicare en otra ocasión- Ese sentimiento de que el hombre nos liberó y nos dio oportunidades se lo hemos pasado a nuestros hijos, que por supuesto nunca !nunca! Han leído sobre grandes mujeres de nuestro pasado y por consiguiente sienten que es absurdo que se hable de las miserias de una mujer que ha logrado “tanto”, les parece que al hablar de nuestros errores se le quita valor a nuestros logros.

Me apena informar que en su lucha por el poder, en su lucha por probarse mejores que nosotras, en su lucha por victimizarnos para hacernos ver pequeñas, se están perdiendo de la maravillosa oportunidad de conocer a las mujeres de verdad, están malgastando su energía en absurdas demostraciones de “comprensión” y “apoyo” cuando podrían caminar hombro con hombro con nosotras y nuestros hijos, y nosotras las mujeres estamos permitiendo que se lleve el galardón del “libertador” un ser al que nosotras dimos vida, hemos amamantado, hemos educado –algunas veces muy mal por cierto, como los machistas por ejemplo- y hemos empujado a ser mejor cada día. Esto no quiere decir que debemos despreciar al hombre, yo personalmente sin mi esposo no vivo, pero no debemos permitir que nos victimicen, no son nuestros libertadores, no son nadie para decidir que se dice de una mujer y que no, no están en nuestros zapatos y jamás podrían calzarlos. El día que los hombres dejen de pensar que hemos tenido logros “hasta ahora” ese día nos están verdaderamente valorando y nosotras las mujeres debemos dejar esa lucha absurda de la “igualdad” no podemos por ningún motivo ser iguales, pues entonces dejaríamos de ser un complemento.

Tengo fe en que un día nos valoraremos por lo que siempre hemos sido, no por los logros actuales que son burdos y torpes, que se nos quitara lo taradas y dejaremos de hacer comparaciones sobre quien es mejor y nos dedicaremos a amarnos como nuestra biología física lo dicta y nuestro corazón de mujer lo intuye, y por ultimo para los “indignados” las mujeres podemos despedazarnos, pero nunca nos haremos daño… un privilegio que nadie tiene derecho a quitarnos.
Rosalbajm66@hotmail.com