domingo, 19 de junio de 2011

Politicamente... Lo que me falto decirte

Hoy es día del padre en USA, y casualmente en México también. Yo perdí a mi padre cuando tenía 15 años, justo cuando más lo necesitaba. No tuve tiempo de llorarlo mucho durante su velorio o entierro, como resultado lo he venido llorando por estos 30 años.
Yo recuerdo escuchaba comentarios sobre mi padre no muy buenos, mas sin embargo para mí fue un hombre que toleraba mis arranques, apreciaba el color obscuro de mi piel, mi delgadez era la traducción de la figura perfecta para él, me abrazo mucho, me dijo todos los días que me amaba, me dio una sola nalgada, momento en el que se le disloco su hombro, ya afectado por un accidente de avión y lo tomo como castigo de Dios. Me dijo que yo era la niña más hermosa del mundo y hasta el momento me lo he creído, me dijo que una cara bonita se arruga pero que la actitud y personalidad nunca se acaban, me pidió que siempre sonriera, me hiso reír con sus carcajadas apretadas, me obligo a ser propia y elegante hasta para mentar la madre, me guardo muchos secretos entre ellos que a los 14 años me gustaba un muchacho mucho mayor que yo, y yo le guarde secretos, entre ellos que yo era su hija preferida.
Cuando mi padre enfermo se fue a vivir a la ciudad de Tijuana, yo me di a la tarea de escribirle casi cada mes, era tan fácil platicarle todo lo que yo estaba viviendo, bueno y malo, tenía 11 años y nunca me dijo si mis cartas eran aburridas o no, ni siquiera si las entendía. A pesar de nuestra buena comunicación olvide decirle muchas cosas entre ellas que:
Fuiste un ídolo y ejemplo a seguir para mí.
Que te amo con todo mi corazón, que te he extrañado toda mi vida y que de vez en cuando te lloro.
Que desde que enfermaste y tuviste que partir me hiciste mucha falta, pero te juro que entendí tu partida.
Que cuando te vi en tu féretro no supe si llorar o gritar pero luego vino la calma y tu recuerdo me ayudo a superar tu partida física.
Que nunca pedí disculpas por haber continuado mis cartas después de tu partida física, perdóname fue muy difícil.
Que me hubiese gustado conocieras a mis hijos y mis nietos, no sabes lo hermosos que están.
Que cuando me equivoco, triunfo, me levanto, opino, grito, me callo, etc. Sigo tus consejos, recuerdo nuestros secretos y me pregunto qué pensarías tú de mis resultados.
Que entiendo que si nunca te has hecho presente en mi vida es porque estamos bien, te fuiste tranquilo.
Que aun cuando me has hecho mucha falta he continuado con mi vida y he sido muy feliz con mis propios tropezones.
Que sigo pensando en que “pobres blanquitas arriba las prietitas” ¿te acuerdas?
Que me he equivocado mucho pero me he levantado de todas, muy elegantemente y sin hacer ruido.
Que he superado mi timidez, hoy me paro frente a un mundo de gente y nadie nota el castañueleo de rodillas.
Te acuerdas empezaba a modelar, pues siempre me ha servido la experiencia, jajajajaja tu flaca, chaparra y prieta.
Que adoro a mis hermanos pero no dependo de ellos, ni de su felicidad o sin sabores para vivir bien o mal.
Y que siempre serás para mí el hombre alto, moreno, fuerte, suave, tranquilo que me veía jugar  a las muñecas debajo nuestra consola mientras te sentabas a escuchar a Sinatra, mi cómplice… Mi papá.

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