domingo, 28 de febrero de 2010

Políticamente…las gordas

Ándele pues, ahora si me van a matar, vamos a hablar de las gordas, no las de comer, las que andan por ahí caminando, bailando, trabajando y todo lo que termine en “ando”.
Me siento muy presionada por que las gordas ya son mayoría en este país y pues siento que me estoy echando encima un ejercito, pero en fin, estoy dispuesta a morir aplastada con tal de abrir unos cuantos ojos rodeados de robustos cachetes.
Así es, la asociación de cáncer de mama, la asociación americana de salud cardiaca, la asociación de diabéticos, la asociación de nutricionistas, y todas las condenadas asociaciones en este país y lo propios de origen nos lo advierten, “NO ENGORDEN VIEJAS SE VAN A MORIR” pero “que importa mi” dijo la gringa, le echamos duro al desahogo entre tacos, enchiladas, popusas y arroz con pollo, y por supuesto la codiciada figura de guitarra de los años sesenta ha quedado en el olvido. Hace mas de un año mi madre fue a dar al hospital, y el doctor me dijo – ayúdela a desvestirse por que va a pasar la noche en observación – ahí comenzó lo peor de la noche, quitarle el montón de corsés que la han ayudado a conservar su cintura me tomo cerca de 30 minutos, y ni hablar de cuando dejo el hospital; si, para las mujeres de la época de mi mamá era sumamente importante tener cintura, se podía tener piernas de elefante, caderas de abarrotera y brazos de luchador pero sin cintura ¡Dios nos libre! Claro que en aquella época las asociaciones no habían descubierto lo importante que es mantener la cintura libre de grasa, era más que nada un asunto de estética.

Siempre me he sentido orgullosa de poder decir que puedo vestir el mismo pantalón de cuando estaba en preparatoria, hasta hace menos de 1 año cuando una regordeta después de mirarme con desprecio me comento – ¡HAY QUE FLACA! – créanlo o no, me sentí fea, ver aquella redondez viéndome como bicho raro, nunca desee unos kilos de mas como esa vez, y es que las flacas y las prietas estamos en peligro de extinción. Ya después vino mi esposo al rescate y me levanto la moral con eso de que “QUE TE VALGA CON QUE ME GUSTES A MI”.

No miento ni exagero cuando digo que las gordas son mayoría, no hay lugar que vaya uno que no te encuentres puro peso completo, de hecho si te conservas delgada te dicen que no pareces hispana (ni que las gringas fueran tan delgaditas, nomás los primeros 13 años de vida por que de ahí padecen de elefantiasis igual que uno), y no es solo cuestión de estética, que la verdad si cuenta mucho sobre todo cuando ves gordas envueltas en ropas de flacas, pero la realidad de conservar la cintura es cuestión de salud, entre mas grasa acumulamos en la cintura mas propensas estamos a morir de cáncer, ataques cardiacos, ataques cerebrales, trombosis, flebitis, diabetes y mas. Es lógico que no conservaremos por siempre el cuerpo de quinceañera y que los genes así como enfermedades glandulares juegan un papel importante en nuestra cintura, mas sin embargo creo que debemos acogernos a estándares de peso y de estética también por que no. No le crean al marido, novio o amante cuando les dice QUE TE VALGA CON QUE ME GUSTES A MI, tu salud y auto estima son muy importantes, además te miente el infeliz, a todos los hombres les gustan las flacas (información obtenida del censo mundial de muertas de hambre) o por lo menos con cintura.

Es verdad que hay gorditas simpáticas, que algunas disfrazan muy bien las curvas con cierta ropa, que incluso algunas son sexys y que muchas tienen bonito rostro, pero ¡no todas! En su gran mayoría se ven mal, sucias, desaliñadas y muuuyyy infelices, y ni hablar de su salud, con una esperanza de vida de 45 a 50 años, con dificultad para moverse, con problemas de piel y de mal olor, con problemas de articulaciones, rodillas operadas, tobillos cansados, sin poder correr con los nietos o los hijos propios, mujeres que se sienten tan devaluadas y etiquetadas de gordas que pierden la dignidad con cualquier baboso, mujeres que fueron hermosas y que hoy no son mas que la sombra mas grande de la cuadra, y nos podríamos pasar horas criticando, contando chistes o riéndonos de las gordas, pero no es ese el propósito, la idea es que nos topemos con la realidad y que iniciemos una campaña en contra de “la cintura de gallina”, pongámonos en movimiento hay muchas alternativas de ejercicio, dietas balanceadas, ¡hombre! Al menos bailemos. Si conoces una gorda (hay de pura casualidad) de nada sirve que te burles a sus espaldas, ayúdala de frente, deja de lado la belleza toma en cuenta su salud y sácala a caminar, yo en lo personal hago una invitación a que participen en pequeños maratones, como el de MARCH OF DIMES, BELLIN RUN, e incluso contáctenme y las invito a caminar en apoyo a la BREAST CANCER ASOCIATION en Chicago, la inscripción es $80.00 y hay que colaborar con el equipo para reunir fondos. Si alguna gorda se siente ofendida ya saben, no puedo hablar muy políticamente que digamos.

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